Hay cosas que siempre he considerado propias de las series de animación. De hecho, de la misma manera que crecemos, nos van haciendo creer que los animales no son seres racionales, no son capaces de mostrar sentimientos y a veces, se guían por impulsos o instintos, peor nunca por una inteligencia propia (igual, superior o inferior a la inteligencia humana). Pero de repente llegan a tu bandeja de correo un mail como el siguiente y entonces, todo se desmorona y no sabes que creer...
Esto también es una llamada a ti, que sabes que quiero tener de mascota un Oso Panda y que piensas que puede ser un suicidio, que me conforme con tener un perro... seguro que mi Oso Panda acabará siendo igual de cariñoso que Christian.